La semana pasada Federico Valverde cumplió 15p partidos en el Real Madrid. De
hecho, el propio presidente del club merengue, Florentino Pérez, le otorgó una
simbólica camiseta del club con el número y el apellido de Federico estampados. Una
cifra nada despreciable para el futbolista compatriota que tan solo tiene 24 años y que
demuestra en cada presentación un potencial enorme para seguir obteniendo logros y
más cantidad de partidos dentro del Madrid.
En la actualidad el ex Peñarol se ha ganado un lugar en la consideración del entrenador
italiano Carlo Ancelotti y en el corazón del madridismo por su entrega innegociable y
clase también.
Desde sus primeros pasos en el fútbol del viejo continente, a pesar de su corta edad
mostró aptitudes que fueron generándole un lugar. Una adaptación rápida al país y
también al estilo de juego español le ayudaron a ir consolidándose como jugador.
En 2016 llego al Real Madrid Castilla, filial del equipo blanco que en aquel entonces era
dirigida por el argentino Santiago Solari. Luego de destacadas actuaciones los técnicos
deportivos del club creyeron apropiado subir a primera división al uruguayo y es ahí
que Valverde es cedido a préstamo a Deportivo La Coruña. Después de un año el
mediocampista vuelve al Madrid y desde ese momento su crecimiento en lo futbolístico
y en la parte física ha sido tan significativo que hoy es titular casi indiscutido del club
más galardonado del mundo.
El domingo, el «Halcón» (como lo llamó el entrenador de la Selección, Diego Alonso)
jugó los 90’ y marcó uno de los cuatro goles de su equipo en la victoria como visitante
frente a Celta de Vigo. Sin dudas que sea Halcón o Pajarito, Federico sigue volando
alto.
