Por Gustavo Clavijo – @cgustavo007
El viernes por la tarde en la previa de Cerro Largo – Defensor Sporting, el Dr. Ernesto Dehl marcó su disconformidad con la fijación del escenario fernandino para jugar su partido como local allí ante la Violeta.
Sin pelos en la lengua el Presidente arachán dijo que invitaba a la Comisión de Field a medir la altura de todos los arcos de las canchas habilitadas por la AUF, y constataran que no todas tienen las medidas reglamentarias, y con un énfasis mayor dijo qué «la Comisión no quiso ir a Treinta y Tres».
Luego de ello y durante el entretiempo de ese juego, se comunica con nosotros el Ing. Agr. Dante Pratto queriendo dar su versión de los hechos y manifestando que «desde el 2 de Febrero, en la primera inspección realizada, se encontraron anomalías, por ejemplo un enchufe cerca de las duchas, la altura y medida de los arcos qué no eran las correctas así como las dimensiones del campo de juego y una tapa de una cámara sanitaria cerca del mismo, entre otras cosas».
Después de lo observado el domingo en el estadio Juan Antonio Lavalleja de Flores (muy prolijo por cierto y de una pulcritud óptima en los alrededores y cabinas de prensa) se pudo observar que las áreas tienen un montículo que conlleva a que la altura de los arcos no tengan las medidas reglamentarias en todo el perímetro, además de la tapa de una cámara sanitaria sobre el área del banco de suplentes y en el área técnica visitante.
Ese Estadio fue habilitado con esas irregularidades mínimas pero para el escenario de Treinta y Tres se fue tan puntilloso, al punto que la misma Policia olimareña advirtió que no podía brindar seguridad en caso de incidentes y sugirió insólitamente que si eso ocurría se llame al 911.
Entonces… ¿hay o no dualidad de criterios?. ¿No se puede asegurar la seguridad para un espectáculo de 2000 personas?
Si realmente es así, cerrá y vamos…
